-¿Con cuántos te has acostado? Abre los ojos, espera, se ríe nervioso. Esta pregunta es tan inocente como peligrosa. Me la han preguntado tantas veces en distintos momentos de mi vida, que ya he aprendido qué significa.
-¿Con cuántos te has acostado? Abre los ojos, espera, se ríe nervioso. Esta pregunta es tan inocente como peligrosa. Me la han preguntado tantas veces en distintos momentos de mi vida, que ya he aprendido qué significa.